De San Valentín a Carnaval
Algunas hablan de los versos de un poeta inglés. Pero a mí me parece más atractiva una que asocia su origen con las fiestas romanas llamadas Lupercales, que se celebraban hacia el 15 de febrero. Leo y sigo buscando. Curiosas fiestas de la fertilidad que llevaban asociadas el sacrificio de animales (perros y cabras). Se celebraban en el monte Palatino y los sacerdotes asignados a ese rito se vestían con las pieles de los animales sacrificados y bajaban a la ciudad, dando con unas tiras de piel a la gente que encontraban a su paso, pero sobre todo a las mujeres, que veían con muy buenos ojos este acto porque, según el rito, eso aumentaba su fertilidad. Y entonces pienso: esto me suena a Peliqueiro, a Entroido, al carnaval gallego que se celebra en algunos lugares de la provincia de Orense. En esta fiesta los Peliqueiros, personajes curiosamente vestidos, con la cara cubierta de máscaras, le van dando con tiras de cuero a quien encuentran a su paso. Fíjate por donde San Valentín y algunas tradiciones del carnaval tienen un origen común. ¡Qué queréis que os diga! Yo me bajo a Cádiz y Barbate este año para vivir los carnavales. El día de San Valentín, vuelo a París, pero de manera circunstancial, no por nada, porque París es para ir, no por haber programado un romántico reencuentro en la “ciudad del amor” (no puedo con tanta cursilería). Hay que amarse todos los días del año, o no, según toque que la libertad es un ejercicio del alma, si se puede. Institucionalizar estas cosas en un solo día le da coartadas a muchos sin imaginación y constancia.
VIVA O ENTROIDO!