
Al volver, nada ha cambiado. Los problemas nos esperan a la vuelta de la manecilla que marca los segundos. Sin embargo algo nos ha picado. Algo nos ha infestado por dentro y rebosamos otra manera de ver las cosas. El descanso, la vida fuera de lo que es nuestra vida -paradoja-, nos renueva la mirada y al volver, nada está en su sitio. Todo es nuevo, todo es a estrenar. No sé lo que durará pero yo he desmontado el reloj de la rutina pieza por pieza y con una tranquilidad recuperada, intento montarlo de nuevo para que retrase tanto que no me permita perder esta nueva serenidad.
8 comentarios:
Para conseguirlo, tendrás que reiniciarlo cada día.
Con mucha paciencia, sí. ¡Estoy dispuesta!
Besos Mª Jesús
que no sea espejismo y si sabiduria ya adquirida ;)
Bueno paciencia y poco a poco a retomar lentamente la rutina
Un beso
¡Noooo! 40añera... Yo lo que no quiero es volver a la rutina....
Conozco esa sensación. Pero no dura mucho, ¿dos semanas, más o menos?
Estaría bien desmontar más a menudo ese reloj de la rutina. Yo para prevenir nunca he usado reloj, aun así la rutina me acecha.
Feliz retorno
Para romper la rutina Faustino I, cosecha de 1994. Y si no hay, también vale "Faustino de autor".
Menos que eso, ni hablar.
Y, estás invitada.
Gracias Eloy. No Sé, creo que este año es distinto. Creo que esta serenidad me va a durar mucho mucho. Debe ser por los acontecimientos de la primera parte del año, que quedan tan lejos.
Gracias por passarte por aquí
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